Así como a un reconocido abogado le pueden preguntar si en su trayectoria 'acordó' fraudulentamente alguna cuestión o a un gendarme si alguna vez aceptó una coima; más allá de cualquier pensamiento, ideología, forma o filosofía de vida, si no consumís carnes animales y/o materias primas con derivados de los mismos, seguramente fuiste víctima de la ignorante y trillada pregunta o frase: ¡¿Vos vivís a ensaladita de lechuga y tomate?!
En ese momento, habrás optado por contestar un 'no' rotundo o simplemente sentirte ofendido. Pero por el contrario, lo más saludable tanto para la persona indignada por la lechuga y tomate y para tu propia paciencia es comentar y explicar que no es así, que gracias a la naturaleza, el planeta cuenta con infinitas opciones para llevar a cabo una alimentación consciente, libre de sufrimiento, nutritiva y muy creativa.
Por eso, en este caso nos centraremos en el último punto nombrado: la creatividad. La cantidad de verduras, frutas, legumbres, granos, semillas, algas y centenares de superalimentos que existen son verdaderamente inconmensurables y la persona que se lo propone, puede sacarles provecho y utilizarlos de la mejor manera. Hace tiempo escuché a un vegano comentar: "Desde que no consumo nada de origen animal me volví un experto en la cocina". No sé si "experto", pero experimentado e innovador no tengo duda alguna.
Desde pequeño, lo más probable es que te hayan inculcado casi como un principio esencial de nuestra existencia que la leche viene pura y exclusivamente de la vaca. Todo cambia cuando te das cuenta por voluntad propia de que, gracias a mamá Tierra, también disponemos de leche de almendras, leche de soja, leche de avena, leche de maní, leche de semillas y variantes para reemplazar esa antigua (y errada) leyenda urbana. Ni que hablar con los quesos vegetales, ¿quién no tuvo la curiosidad y las ganas de hacer con sus propias manos un queso alguna vez? El hecho de saber que con unos pocos ingredientes, una olla y un recipiente lo podes tener listo en tu casa en menos de cinco horas suena emocionante, por lo menos para mi.
Desde mi propia experiencia, nunca pensé encontrar algo tan original, completo y rico como el seitán. Siempre afirmo que no vivo de ensalada, tampoco de carne, pero sí de seitán. Y creo que es uno de los platos que genera más curiosidad entre la gente que no lo conoce: "¿Eso se hace con harina?", ¡increíblemente sí! y lo destacado son las propiedades que posee proveniente de la misma proteína del gluten, transformándolo no sólo en "la carne vegetal" sino también en un alimento nutritivo.
Si haces una breve y simple reflexión, existen más hamburguesas y milanesas de tipo vegetal que animal: de soja, garbanzo, lentejas, mijo, cebada, arroz yamaní, quínoa, entre otras. Las legumbres, cereales y granos son los protagonistas y mezclados con verduras o fusionados entre si brindan una gran cantidad de opciones a la hora de hacer volar la creatividad en nuestra mente y salir de las impuestas de manera obligada por la sociedad y grandes cadenas de restaurantes de comida rápida.
A modo de resumen, por imposición también te habrán interrogado al estilo ser humano - extraterrestre con cuestiones como: '¿Helados vegetales?', '¿Cómo haces para unir los ingredientes sin el huevo? Es imposible', '¿Comés algas?', '¿Qué es eso raro de la comida RAW?', '¿Soja texturizada, de dónde sale?', '¿El alpiste no es para pájaros?' y muchas otras más. Tranquilidad, convicción y amor al responder: 'Para vos será lechuga y tomate, para mi es creatividad'.
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